Base Luna Rossa – America’s Cup

La America’s Cup es la competición más importante de vela que se disputa cada vez en el lugar escogido por el vencedor anterior. En 2007, en su edición 32, se celebró en Valencia, por voluntad del equipo ganador Alinghi que ganó en Auckland (Nueva Zelanda) en 2003. De etsa manera, la regata volvió a Europa después de 156 años, lo cual ha sido un acontecimiento histórico que generó una gran expectación. Alinghi, el club defensor, Sociedad Náutica de Ginebra, anunció en 2003 que elegía las aguas de la ciudad española de Valencia como sede de la regata y en 2005 fueron declarados los 11 equipos que finalmente desafiarían al Alinghi, tres de los cuales eran italianos: Mascalzaone latino, Luna Rossa y el +39.

La Base del equipo de vela Luna Rossa en la America’s Cup, realizada por el arquitecto italiano Renzo Piano, y situada en el puerto de Valencia tiene como principal protagonista la piel: una singular combinación de velas que se encuentran y se agregan sobre una estructura de aluminio.
El edificio se desarrolla en 3 niveles, la planta baja tiene una superficie de más de 2.000 metros cuadrados y alberga el taller y el depósito para los árboles y las velas, con una columna vertical a toda altura para el lavado de las velas.
Las otras dos plantas están destinadas a oficinas (la primera) y a servicios de restauración, recepción y gimnasio para el equipo (la segunda).
En la parte superior del edificio una gran terraza ofrece una vista panorámica sobre la dársena.

Por su proximidad al mar, el edificio ha sido concebido resistente e indeformable al viento y al agua.. El sistema de fachada está constituido por paneles que, preensamblados en obra, han sido montados en cuarenta días de trabajo. Para mejorar las prestaciones técnicas, sobre todo en términos de rigidez, la envoltura ha sido unida a un panel de policarbonato; además se han utilizado guarniciones especiales para garantizar el cierre estanco al agua y al viento.

la fachada es como un patchwork, un collage de elementos utilizados en el equipo Luna Rossa en los pasados años, cortados y reensamblados sobre una serie de bastidores que, unidos, crean la pared. Los paneles son 485; en total han sido utilizadas 50 velas: 12 velas mayores y 38 foques, para una superficie total exterior de 3.100 metros cuadrados.
Durante las horas nocturnas, el edificio se presenta como una linterna, cuando el efecto opaco de la fachada desaparece, y la iluminación del interior devuelve al exterior el perfil de la estructura. De día es sobre todo la transparencia de las fibras de kevlar la que permite a la luz natural penetrar en los espacios interiores.

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