Se trata de un edificio de 48 viviendas de propiedad publica de alquiler para jóvenes, promovido por el Instituto Catalán del Suelo (Incasól) y proyectado por el estudio EMTB de la arquitecta italiana Benedetta Tagliabue entre 2004 y 2007.
Inscrito en una parcela larga y relativamente estrecha, con sólo planta baja y tres alturas, el edificio, de color blanco, aparentemente aparatoso, de volumetría difícil, casi torturada, actúa como un destensor de un espacio que, de verse construido completamente según el planeamiento, resultaría bastante mediocridad.
En la planta baja están situados los accesos a las viviendas, los locales comerciales, las plazas de aparcamiento además de unos porches de paso público. El resto de solar libre de edificación es utilizado como espacio público. Las viviendas están distribuidas en dos escaleras.
Un lienzo continuo realizado con enormes carpinterías de aluminio anodizado color plata, en bruto, que soportan un enorme paño de cristal proyectado fuera del plano de fachada, formado por una pared maciza de ladrillo revestido de un revoco de color blanco vivo, se va repitiendo por toda la fachada creando la extraña sensación que el resto de fachadas del barrio han quedado completamente fuera de juego comparadas con ésta.
La fachada de las pasarelas, directamente inspirada en la fachada posterior de la casa Batlló de Gaudí, es una fachada compleja, con la cara exterior de acero, la interior de hormigón punteada con pequeñas ventanas donde ventilan cocinas y baños.