El Retablo del altar mayor de la catedral de Segovia está ubicado en la cabecera de la catedral de Santa María de la ciudad de Segovia. Es una obra de estilo neoclásico, fue realizado en mármoles de varios colores y bronces en el siglo XVIII por el arquitecto italiano Francesco Sabatini (1722-1797) y está dedicado a la Virgen de la Paz.
Historia y descripción
Se desconoce la fecha y otros aspectos de la contratación del conjunto, que tuvo lugar en el último tercio del siglo XVIII. Se sabe que su presupuesto inicial fue de 585.000 reales, y su inversión final ascendió a 620.379 reales. Tampoco se conoce la fecha de finalización del conjunto, que ya lo estaba en 1775, año en que Sabatini solicita licencia al rey para levantar el retablo de los Teatinos en la iglesia de San Cayetano de Madrid (que al final no realiza), en cuyo documento sostiene haber terminado ya el de la catedral de Segovia.1
El retablo consta de dos cuerpos de diferentes alturas: el inferior es de mayor tamaño, y es enmarcado por dos columnas a cada lado, quedando en el centro la hornacina que custodia la imagen sedente de la Virgen de la Paz, una talla del siglo XIII que fue donada por Enrique IV de Castilla a la catedral, y que pudo pertenecer a Fernando III de Castilla, y fue recubierta de plata en 1775 por Antonio Vendetti. Junto a las columnas se hallados dos grandes imágenes realizadas en mármol blanco, que representan a San Frutos (patrón de Segovia]] y San Jeroteo (supuesto primer obispo de la diócesis), ambas obras de Adeba Pacheco.
En el centro del segundo cuerpo se localiza el anagrama mariano, y custodiándolo, a ambos lados dos imágenes, también de mármol blanco, que representan a San Valentín y Santa Engracia (santos segovianos, hermanos de San Frutos) sentados, y en la cúspide, una cruz entre ángulos.